Biografía
Seguimos nuestro viaje por el retablo con los santos hermanos Bernardo, María y Gracia, hijos de Almanzor, emir de Carlet. Los tres mártires están representados en el retablo con la palma del martirio en sus manos.
Bernardo, que se llamaba Hamed, fue educado en la corte de Valencia. Por su especial sensibilidad para las negociaciones fue invitado a Cataluña para negociar la liberación de un grupo de esclavos, y al volver, se perdió en el camino. Después de haber pasado la noche por el bosque, unas canciones maravillosas le condujeron hasta las puertas del monasterio del cister en Poblet, en la diócesis de Tarragona. Atraído por la amable acogida del abad, la vida modesta y de oración de aquellos monjes vestidos de blanco, se quedó en el monasterio por algún tiempo. Abandonó el islam, se convirtió a la fe cristiana, se bautizó, cambió su nombre de Hamed por el de Bernardo y se hizo monje cisterciense.
Deseoso de convertir también a su familia musulmana se acercó primero a una tía que vivía en Lérida teniendo la alegría de verla convertida. Después fue a Carlet donde estaban sus hermanas Zoraida y Zaida y un tercer hermano Almanzor, que ya había sucedido a su padre en el emirato. Sus hermanas se convirtieron, cambiando los nombres de Zoraida por el de Gracia y Zaida por el de María, y recibiendo ambas el bautismo.
Su hermano Almanzor en cambio, lleno de furor, amenazó de muerte a sus hermanos conversos, que se vieron obligados a huir. Fueron capturados en Alzira y martirizados el año 1180. A Bernardo le metieron un clavo en la cabeza (tal como aparece en la pintura mural del retablo de la parroquia) y a María y Gracia las despedazaron a cuchilladas y dejaron los cuerpos de los tres como pasto de los cuervos.
Sus cuerpos fueron sepultados en Alzira y el rey de Aragón, una vez liberada la ciudad de los moros, hizo construir una iglesia en honor de los hermanos asignándola a los Trinitarios.
La fiesta de los santos se celebra el 23 de julio.