El Santuario
de Nuestra Señora
de la Encarnación

Es el corazón de la ciudad de Cullera, lugar donde se impulsa la vida de fe de los cristianos de este pueblo y el hogar de todos los hijos de María.

El Santuario es para nosotros Memorial de la Salvación de Cristo, el Hijo de María, la morada de Dios con los hombres.

Aquí se viene ante todo para Alabar, Bendecir y Adorar al Santísimo y único Dios; para dar Gracias y Venerar a su Santísima Madre la Virgen; para pedir las gracias deseadas; para escuchar la Palabra de Dios; para celebrar la Eucaristía; para recibir el perdón de los pecados… para aprender a ser amado y a amar.

Fachada principal del santuario.

Características del templo

Sobre la fachada principal elevada sobre dos niveles, formada por el vestíbulo y las dos dependencias auxiliares que los franquean, se alza la robusta y cuadrada torre de las campanas, de esquina achaflanadas y tocada de una cúpula de tejas vidriadas de reflejo cobrizo, que cuando el Sol se refleja en ellas, muestran un aspecto brillante.

La puerta de entrada principal se sitúa en el centro de la fachada, enmarcada por dos columnas decorativas dóricas, que soportan un arco de doble punto, quedando enmarcado por dos pilastras mayores, que soportan un tejadillo en forma de arco angular en frontón.

La anchura de la fachada se prolonga por el interior hasta el final del primer tramo de la nave central, en cuyo primer nivel se sitúa el coro.

Capilla de la comunión.

El recinto interior del templo

Es de planta basilical de tres naves, separadas longitudinalmente por robustos arcos de medio punto que se apean sobre gruesos pilares.

A partir del segundo tramo, se amplía el interior con la anchura de las naves laterales, en cuya longitud de tres tramos hasta el inicio del presbiterio, que de forma poligonal, se sitúa en la cabecera, abriéndose a ambos lados dos estancias: la Sacristía y la Capilla de la Comunión.

El edificio se alza sobre gruesos pilares que alojan columnas pequeñas corintias. Está cubierto por bóveda de medio cañón en la nave central, en la que se encuentran vidrieras de color, amparadas por sus correspondientes lunetos. Las bóvedas laterales se acaban con arcos ojivales. El ábside mayor está rodeado con vanos circulares y vidrieras en cada elemento.

El Presbiterio

El ábside del presbiterio está pintado al temple con las escenas de los misterios gozosos.

En el centro del altar mayor se encuentra el camerino donde se ubica la Imagen de la Virgen del Castillo.

El presbiterio.

El presbiterio.

El Acceso Lateral

En la parte exterior derecha se sitúa la puerta de entrada a la Capilla de la Comunión, y a la izquierda la entrada al Santuario.

En el vestíbulo de dicha entrada podemos admirar los retablos de cerámica valenciana del siglo XVIII, restos de los que había en la Ermita, y otros del siglo XIX, en que se narran los milagros y exvotos.

Cuadro del centro.

El tríptico de paños

En 1952 se realiza el tríptico de paños, que ornamenta el Presbiterio con pinturas al temple realizadas por el pintor valenciano D. José Bellver Delmás.

El cuadro del centro representando a la Virgen del Castillo con su salvador Rvdo. D. Antonio Renart Martí junto al padre franciscano Manuel Alemany Campos, sobre esta pintura está San Francisco y el Ángel de Cullera.

Al lado del evangelio temple y talla de madera de la Inmaculada Concepción, obra del escultor cullerense Álvaro Tur y en el lado de la Epístola temple y talla de madera de la Asunción, obra del imaginero García Teruel.

Cristo de la Misericordia.

Sagrario.

El Padre Berenguer enterrado a los pies de la Virgen del Castillo, fue el promotor de la imaginería del Santuario, tales como el Cristo Misericordioso, la Virgen de la Leche, San Antonio de Padua, San Francisco de Asís, y San Nicolás.

En la capilla de la comunión se encuentra el precioso Sagrario, de talla de madera de ciprés y dorado a fuego obra de D. José Moreno y D. José Casanova realizado en el año 1947.