Estela funeraria.

Historia

La actual iglesia dedicada a los Santos Juanes fue construida en el año 1692 sobre los cimientos o restos de una iglesia anterior datada entre los siglos XIII y XIV.

El templo, sede de la única parroquia de la ciudad desde 1248 a 1953, es de una sola nave y recibe el nombre por los dos santos, Juan el Bautista y Juan el Evangelista, que presiden el altar.

A lo largo de la historia, el conjunto ha sufrido varias reformas y reconstrucciones para adaptarse a las nuevas necesidades, como en 1760, 1899 y 1954.

Recientes excavaciones arqueológicas han demostrado que el campanario, a pesar de su aire medieval, fue construido en el siglo XVI – época a la que pertenece también el escudo de la Corona de Aragón que remata el acceso a la torre – sobre un cementerio parroquial del siglo XIV.

La fachada de la iglesia.

Descripción

Actualmente el conjunto consta de la iglesia, torre campanario, y Capilla de la Comunión.

Es un edificio muy sobrio, con potentes contrafuertes, que proporcionan a esta construcción un aspecto defensivo. Pose dos accesos: el Principal, situado a los pies de la iglesia y un acceso lateral, precedido de un pórtico.

A los pies de la construcción se sitúa la fachada principal, que se caracterizada por una gran sencillez y presenta un acceso adintelado. Sobre el mismo se encuentra un arco de descarga, desplazado sobre el eje de la puerta.

En el mismo paramento se observa una estela funeraria reaprovechada decorada con la cruz de ocho puntas, proveniente del antiguo cementerio parroquial.

El Acceso Lateral

El acceso lateral queda ubicado en el lado de la epístola siendo también adintelado y sencillo.

Este acceso se encuentra precedido por un pórtico del siglo XVIII, caracterizado por seguir el esquema clasicista y académico de la época.

Desde el pórtico, se accede al interior de la iglesia, así como al interior de la Capilla de la Comunión.

En el centro de la plaza se conserva una réplica de una de las estelas funerarias decorada con la Cruz de Malta hallada en estas excavaciones.

La torre campanario.

El interior de la iglesia.

El Interior

El interior de la iglesia, presenta planta rectangular, de una única nave, con seis tramos, que está cubierta con vuelta de cañón con lunetas y capillas laterales, comunicadas entre sí por medio de arcos de medio punto y cubierta por vueltas.

En su interior, resultan interesantes el retablo y la pintura mural de la capilla bautismal, obras de Rafael Cardells, la abundante imaginería de las capillas laterales y, sobre todo, el zócalo cerámico barroco de la capilla de la Comunión, datado entre 1740 y 1760, recientemente restaurado, con una altura media de 1,70 metros, una superficie de 40 metros cuadrados y unas 700 piezas.

Un conjunto representativo de la azulejería valenciana que merece la pena ser visitado.