Sacristán
y equipo de ostiarios

El Sacristán es una de las personas de máxima responsabilidad en una parroquia, encargado entre otras muchas cosas de las siguientes labores.

Ver en detalle

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Labores y tareas del Sacristán

  • Mantener el orden, buen estado y limpieza de todo lo referente a la liturgia
  • Abrir y cerrar las puertas a su debido momento
  • Hacer los toques oportunos de las campanas
  • Preparar las celebraciones en su aspecto material
  • Procurar que en la sacristía se cree un clima de paz y oración
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Otros colaboradores

Otros colaboradores ayudan en este servicio parroquial al sacristán, y un equipo de ostiarios ayudan a mantener la iglesia abierta durante el día.

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Apertura de la parroquia

Antiguamente las Iglesias permanecían abiertas durante todo el día y las personas podían acudir en cualquier momento para hacer una visita al Sagrario, para buscar un momento de recogimiento ante el Señor…

La secularización actual ha hecho perder esta costumbre. Pero también ha influido el hecho de que raramente podemos encontrar una Iglesia abierta si no es a la hora de misa y, acabada esta, nos cierran la puerta casi de inmediato.

Desgraciadamente hoy no se puede dejar la Iglesia abierta sin alguien que «vigile», pues el riesgo de robo o, peor aún, de profanación sería muy grande dejando la iglesia abierta y vacía a merced de un desaprensivo o delincuente.

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Sobre el Ostiario

En la Iglesia, tradicionalmente el ostiario (del latín Ostia que significa «puerta») se encargaba de la puerta, la acogida de los feligreses y otros menesteres.

Por eso un grupo de ostiarios nos permite un horario más amplio en el que queda la Iglesia abierta para el fiel que quiera hacer la visita al Sagrario o para la persona que entra en busca de un momento de recogimiento y oración.

Además, el grupo de ostiarios atienden y acogen aquel turista que visita nuestro patrimonio artístico.